Amenaza de muerte a su pareja cada que se embriaga
En el municipio de Uriondo, una mujer denunció a su concubino por violencia familiar o doméstica debido a que fue agredida físicamente y amenazada de muerte por el sindicado, cuando éste se encontraba ebrio. Afirma que cada vez que el sujeto consume alcohol, pasa lo mismo. El último hecho...
En el municipio de Uriondo, una mujer denunció a su concubino por violencia familiar o doméstica debido a que fue agredida físicamente y amenazada de muerte por el sindicado, cuando éste se encontraba ebrio. Afirma que cada vez que el sujeto consume alcohol, pasa lo mismo.
El último hecho habría ocurrido el pasado 7 de julio, cuando ella se encontraba descansando en su domicilio hasta que llegó el denunciado A.P. (según sus iniciales), mismo que estaba afuera del cuarto de ella, gritando y amenazándola con que la iba a matar.
Según dice la denunciante, el sujeto estaba como loco y pateaba la puerta para poder entrar, hasta que logró abrirla y entrar a la habitación donde estaba ella. El sujeto fue directo a agarrarla del cuello, la tumbo al piso y le puso algo en el vientre con lo que la estaba punzando, por lo que la mujer gritaba pidiendo auxilio.
Un vecino llegó justo para ayudarla, por lo que la hizo soltar y le reprochó el accionar al sindicado. Pero el agresor estaba cegado por la rabia y sólo atinaba a amenazar de muerte a la víctima y a sus hijos, advirtiéndole que cualquier rato iba a pasar aquello.
Al día siguiente, los hijos le reclamaron al sujeto por su comportamiento, pero éste se negó. La mujer asegura que el sindicado actúa de la misma manera, cada que se emborracha.
El último hecho habría ocurrido el pasado 7 de julio, cuando ella se encontraba descansando en su domicilio hasta que llegó el denunciado A.P. (según sus iniciales), mismo que estaba afuera del cuarto de ella, gritando y amenazándola con que la iba a matar.
Según dice la denunciante, el sujeto estaba como loco y pateaba la puerta para poder entrar, hasta que logró abrirla y entrar a la habitación donde estaba ella. El sujeto fue directo a agarrarla del cuello, la tumbo al piso y le puso algo en el vientre con lo que la estaba punzando, por lo que la mujer gritaba pidiendo auxilio.
Un vecino llegó justo para ayudarla, por lo que la hizo soltar y le reprochó el accionar al sindicado. Pero el agresor estaba cegado por la rabia y sólo atinaba a amenazar de muerte a la víctima y a sus hijos, advirtiéndole que cualquier rato iba a pasar aquello.
Al día siguiente, los hijos le reclamaron al sujeto por su comportamiento, pero éste se negó. La mujer asegura que el sindicado actúa de la misma manera, cada que se emborracha.