Alquileres de casa para fiestas públicas, un riesgo de época alta
En la gestión 2019 se detectaron tres domicilios particulares que alquilan sus bienes inmuebles para la realización de fiestas multitudinarias y en lo que va del 2020 surgió una denuncia formal a través de una nota a la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Cercado (Fejuve) sobre...
En la gestión 2019 se detectaron tres domicilios particulares que alquilan sus bienes inmuebles para la realización de fiestas multitudinarias y en lo que va del 2020 surgió una denuncia formal a través de una nota a la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Cercado (Fejuve) sobre esta situación. La preocupación reside, además de en las molestias a los vecinos, en que las viviendas no cumplen los requisitos de seguridad de los locales de fiesta.
Aunque no es una situación que se suscita en el transcurso del año, en base a los operativos conjuntos entre las direcciones de seguridad de la Alcaldía, Ministerio Público y los dirigentes de la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Tarija (Fedjuve), se develó este tipo de situaciones durante la época alta de turismo en Tarija.
Esta época abarca desde el mes de noviembre al mes de febrero, fechas tradicionales y festivas en la región tarijeña, donde los organizadores de los “eventos” alquilan casas particulares para una fiesta pública y recaudar recursos económicos, sin advertir los riesgos que puede suponer.
Formalización
Desde la Fedjuve pidieron a los vecinos a presentar su denuncia formal en esta instancia para detectar la ejecución de fiestas clandestinas en los barrios y tomar acciones legales.
Denuncia
El dirigente de la Fejuve, Edwin Arana, indicó que existen varias denuncias por parte de vecinos en diferentes barrios de la ciudad sobre el alquiler de casas particulares con fines de lucro a través de la organización de fiestas.
“Entendemos que lo hacen por el tema económico, pero todo derecho tiene un límite, en este caso puntual de las fiestas clandestinas la gente está alquilando sus casas para fiestas públicas o privadas, esto molesta a los vecinos, por la bulla, el sonido, esto hace que todos se molesten y estén intranquilos”, explicó.
Según los denunciantes, al contactar a personal de la Policía, lo único que pueden ejecutar es la emisión de “una pequeña advertencia”. En el caso del barrio Méndez Arcos, se generó una situación de este tipo, donde según el denunciante, con carta formalizada, existe una vivienda en la que en reiteradas oportunidades alquila su bien inmueble para este tipo de eventos. Otros barrios en los que se generaron estas denuncias, según Arana, son Fátima, Palmarcito, San Gerónimo, entre otros sectores.
Ninguno de estos locales cuenta con servicios de seguridad o cumple la normativa de incendios como se exige a otros salones.
Operativos
Desde hace unos meses, presidentes de barrios en conjunto con la Guardia Municipal, Ministerio Público, Defensoría de la Niñez y Adolescencia, el Comando Departamental de la Policía entre otras instituciones, realizan operativos interinstitucionales para verificar por las noches, la situación en cada barrio de la ciudad.
Venta de alcohol a menores de edad, un delito penal
La responsable de la Dirección de Orden y Seguridad Ciudadana, Susana Pantoja, señaló que en base a la Ley Nacional Nº 259 de Control al Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas se debe proceder a la realización de los trámites que correspondan para poder sancionar a las personas que organizan este tipo de fiestas clandestinas.
Este tipo de actividades, cuando implica la presencia de menores de edad en este tipo de eventos, puede implicar delitos de tipo penal.
“Vamos a locales donde no pueden vender bebidas alcohólicas a menores de edad, que se haga el buen funcionamiento de las licencias de funcionamiento en los establecimientos donde comercializan comida, entre otros. El año pasado hemos encontrado fiestas clandestinas con menores de edad en viviendas particulares”, reveló la presidente del barrio La Terminal y dirigente de la Fedjuve, Nancy Ordoñez.
Durante los operativos que se realizan los fines de semana, en el 2019 se detectó una situación en el barrio El Constructor, donde se realizaba una “Fiesta de 15 años” pero al ingresar al domicilio particular, tomaron conocimiento que la actividad era con menores de edad y no de índole privado sino un evento público en el que se cobraba entrada.
En este caso específico, al tener la presencia de menores de edad, se contactó a personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) quienes contactaron a los padres de familia de los menores y tomar acciones.
“Cobraban hasta el ingreso, y así como había menores de edad también habían mayores de edad; otro caso se dio en el barrio Tabladita, se encontró a menores en un domicilio particular, al ver a los funcionarios de la Policía incluso comenzaron a vomitar y escondían las bebidas alcohólicas”, lamentó.
Aunque no es una situación que se suscita en el transcurso del año, en base a los operativos conjuntos entre las direcciones de seguridad de la Alcaldía, Ministerio Público y los dirigentes de la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Tarija (Fedjuve), se develó este tipo de situaciones durante la época alta de turismo en Tarija.
Esta época abarca desde el mes de noviembre al mes de febrero, fechas tradicionales y festivas en la región tarijeña, donde los organizadores de los “eventos” alquilan casas particulares para una fiesta pública y recaudar recursos económicos, sin advertir los riesgos que puede suponer.
Formalización
Desde la Fedjuve pidieron a los vecinos a presentar su denuncia formal en esta instancia para detectar la ejecución de fiestas clandestinas en los barrios y tomar acciones legales.
Denuncia
El dirigente de la Fejuve, Edwin Arana, indicó que existen varias denuncias por parte de vecinos en diferentes barrios de la ciudad sobre el alquiler de casas particulares con fines de lucro a través de la organización de fiestas.
“Entendemos que lo hacen por el tema económico, pero todo derecho tiene un límite, en este caso puntual de las fiestas clandestinas la gente está alquilando sus casas para fiestas públicas o privadas, esto molesta a los vecinos, por la bulla, el sonido, esto hace que todos se molesten y estén intranquilos”, explicó.
Según los denunciantes, al contactar a personal de la Policía, lo único que pueden ejecutar es la emisión de “una pequeña advertencia”. En el caso del barrio Méndez Arcos, se generó una situación de este tipo, donde según el denunciante, con carta formalizada, existe una vivienda en la que en reiteradas oportunidades alquila su bien inmueble para este tipo de eventos. Otros barrios en los que se generaron estas denuncias, según Arana, son Fátima, Palmarcito, San Gerónimo, entre otros sectores.
Ninguno de estos locales cuenta con servicios de seguridad o cumple la normativa de incendios como se exige a otros salones.
Operativos
Desde hace unos meses, presidentes de barrios en conjunto con la Guardia Municipal, Ministerio Público, Defensoría de la Niñez y Adolescencia, el Comando Departamental de la Policía entre otras instituciones, realizan operativos interinstitucionales para verificar por las noches, la situación en cada barrio de la ciudad.
Venta de alcohol a menores de edad, un delito penal
La responsable de la Dirección de Orden y Seguridad Ciudadana, Susana Pantoja, señaló que en base a la Ley Nacional Nº 259 de Control al Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas se debe proceder a la realización de los trámites que correspondan para poder sancionar a las personas que organizan este tipo de fiestas clandestinas.
Este tipo de actividades, cuando implica la presencia de menores de edad en este tipo de eventos, puede implicar delitos de tipo penal.
“Vamos a locales donde no pueden vender bebidas alcohólicas a menores de edad, que se haga el buen funcionamiento de las licencias de funcionamiento en los establecimientos donde comercializan comida, entre otros. El año pasado hemos encontrado fiestas clandestinas con menores de edad en viviendas particulares”, reveló la presidente del barrio La Terminal y dirigente de la Fedjuve, Nancy Ordoñez.
Durante los operativos que se realizan los fines de semana, en el 2019 se detectó una situación en el barrio El Constructor, donde se realizaba una “Fiesta de 15 años” pero al ingresar al domicilio particular, tomaron conocimiento que la actividad era con menores de edad y no de índole privado sino un evento público en el que se cobraba entrada.
En este caso específico, al tener la presencia de menores de edad, se contactó a personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) quienes contactaron a los padres de familia de los menores y tomar acciones.
“Cobraban hasta el ingreso, y así como había menores de edad también habían mayores de edad; otro caso se dio en el barrio Tabladita, se encontró a menores en un domicilio particular, al ver a los funcionarios de la Policía incluso comenzaron a vomitar y escondían las bebidas alcohólicas”, lamentó.