Aldeas Infantiles SOS y la lucha por el derecho de vivir en familia
Laurita y sus tres hermanos tuvieron que salir de su casa porque la familia de su padre, quien había abusado sexualmente de una de sus hermanas mayores, tomó represalias en contra de ellos por haberlo denunciado. Llena de lágrimas y sin saber a dónde ir ni cómo mantener a sus cuatro...
Laurita y sus tres hermanos tuvieron que salir de su casa porque la familia de su padre, quien había abusado sexualmente de una de sus hermanas mayores, tomó represalias en contra de ellos por haberlo denunciado.
Llena de lágrimas y sin saber a dónde ir ni cómo mantener a sus cuatro hijos, Elena -la mamá de Laura- acudió a albergues y posteriormente llegó a Aldeas Infantiles SOS pensando en dejar a sus niños para que vivan ahí.
Sin embargo, los psicólogos y trabajadores sociales de la organización le dieron una mejor alternativa: fortalecer y recuperar a su familia, mediante el servicio de Contención y desarrollo familiar, haciéndole comprender que el mejor lugar para que crezcan los niños es en su seno familiar.
La historia de Elena y sus hijos nos acerca a la misión de esta organización que este año está cumpliendo 50 años de vida organizacional en Bolivia.
Las situaciones de pobreza, hacinamiento, violencia, enfermedades, migración, entre otras, son condiciones que atraviesan las familias y que generan el riesgo de pérdida del cuidado parental.
Según explica Mónica Sánchez Fernández, Responsable Padrinazgo y Comunicación, a través de los servicios de prevención, Aldeas Infantiles SOS Bolivia atiende a niños y niñas que atraviesan esta situación para evitar que queden sin la protección de sus familias. Algunos de estos servicios son:
Centros infantiles comunitarios
En determinadas circunstancias padres y madres se encuentran enfocados en la subsistencia de sus familias, lo que les obliga a salir de sus casas en búsqueda de oportunidades. En muchos de estos casos no encuentran soluciones para el cuidado de sus niños y niñas, sin seguimiento adecuado de su alimentación, educación, salud y desarrollo.
Siguiendo el enfoque integral de trabajo, en el Centro de Cuidado Diurno Hermann Gmeiner se apoya a 80 familias, de éstas los padres y madres se desarrollan en ámbitos personales, familiares, laborales y generaron liderazgo.
Asimismo, se promueve que la comunidad (los barrios donde viven estas familias) cuente con planes de atención a sus niños y niñas a través de la formación de líderes comunitarios.
El objetivo de este centro infantil comunitario es trascender el concepto de una guardería tradicional, siendo un espacio de estimulación temprana para niñas y niños desde los 6 meses hasta los 5 años.
La contención y desarrollo familiar
En otras situaciones existen familias que no pueden cubrir sus necesidades de subsistencia: ya que no acceden a servicios básicos, tienen el riesgo de perder sus viviendas, no cuentan con una alimentación adecuada o no reciben atención médica para el tratamiento de enfermedades crónicas o terminales.
La gravedad de las situaciones descritas motivó que, en 2014, Aldeas Infantiles SOS Bolivia diseñe e implemente el servicio de contención familiar para evitar la pérdida del cuidado parental. Esta nueva opción consistió en restituir de manera inmediata los derechos básicos de niños y niñas, quienes mejoraron sus estados nutricionales y de salud, y volvieron a asistir a centros de educación formal en función a sus necesidades inmediatas.
Una vez solucionada esta etapa, el trabajo se centra en promover y apoyar el desarrollo de planes familiares elaborados de manera particular para cada familia, de manera que mejoren sus condiciones por sí mismas en el mediano y largo plazo con el soporte de sus comunidades.
Muchos en el abandono
A pesar de los esfuerzos de instancias comunitarias, estatales y privadas, existen en Bolivia aproximadamente 30.000 niños y niñas que perdieron el cuidado parental, vulnerándose su derecho a vivir y crecer en una familia.
Frente a este contexto, directivos de Aldeas Infantiles SOS consideran que la atención de tipo institucional puede generar importantes sesgos en el desarrollo de niños y niñas, por lo que trabajan restituyendo el derecho a vivir en una familia a partir de diferentes opciones de tipo familiar.
La familia extendida como nueva alternativa
“Cuando niños y niñas pierden el cuidado parental de manera repentina por el fallecimiento de sus padres o por otras causas, los niños se encuentran desprotegidos, en condiciones que les afectan emocional y físicamente”, explica Mónica Sánchez.
En varias ocasiones la comunidad conoce los casos e intenta brindar soporte a los niños y niñas en el corto plazo, pero, al no contar con propuestas sostenibles, es posible que los niños y niñas ingresen a centros de acogida de tipo institucional.
Es por esta razón, que este servicio está orientado a niños que perdieron el cuidado de sus padres biológicos, pero que aún cuentan con algún familiar (hermanos mayores, abuelos, tíos u otros parientes) que asume el rol de protección y cuidado de los niños, a partir de un proceso de desarrollo integral.
Las familias SOS, una atención pertinente de carácter familiar
Desde hace 50 años, el enfoque familiar para la atención de niños y niñas en situación de orfandad o abandono rebatió los métodos tradicionales existentes para esta población, restituyendo el derecho fundamental de vivir en una familia, puesto que el acogimiento de niños y niñas es una opción que se utiliza cuando se agotaron otras posibilidades, cuya idoneidad es determinada por las instancias judiciales pertinentes.
Según explica Sánchez “Aldeas Infantiles SOS Bolivia plantea como posibilidad las familias SOS, cuya particularidad se basa en que la convivencia se da en una dinámica familiar, donde cada niño y niña participante forma parte de una familia dirigida por una Madre SOS certificada”.
Cuando es posible identificar que un niño o niña integrante de una Familia SOS aún tiene miembros de su familia de origen, se trabaja en el fortalecimiento de la misma, para llevar adelante procesos de reintegración familiar.
La sostenibilidad de las familias
Para consolidar el objetivo se desarrollan capacidades en los cuidadores y cuidadoras de los niños y niñas, así como en familias, comunidades y otros garantes del cumplimiento de los derechos, además de proveedores de servicios. Se busca ampliar sus conocimientos y desarrollar aptitudes, destrezas, estructuras y sistemas necesarios, con la meta de cuidar y proteger a los niños y niñas a su cargo.
En particular se desarrollan las capacidades de protección orientadas a que los cuidadores puedan proteger activa y directamente a sus niños y niñas; ellos deben ser capaces de resolver conflictos personales y así liderar el desarrollo de sus familias.
También se impulsan laborales destinadas a que los cuidadores generen los recursos necesarios para sostener a sus familias y se motivan aptitudes sociales para que los cuidadores incidan en sus comunidades promoviendo la protección de más niños y niñas.
Por otro lado, según Sánchez, Aldeas Infantiles SOS efectúa acciones de incidencia política para asegurar estándares de calidad en la atención a todos los niños y niñas, buscando junto a líderes de la comunidad, otras organizaciones y el mismo Estado, incidir en la mejora de los sistemas de protección social, promoviendo cambios en las políticas públicas a favor de la niñez en riesgo y apoyando los planes de desarrollo del Estado.
Hoy, la familia de Elena, es una de las más de 400 familias participantes de Aldeas Infantiles SOS en Tarija y Laurita es una de las 15.139 niñas y niños participantes en Bolivia.
***SUBNOTA***
Los orígenes de aldeas infantiles SOS
La primera Aldea Infantil SOS fue fundada por Hermann Gmeiner en 1949, en Imst, Austria. Hermann Gmeiner nació el 23 de junio de 1919 en Vorarlberg, Austria. Proveniente de una numerosa familia campesina, perdió a su madre siendo todavía muy pequeño.
Tras haberse visto enfrentado con los horrores de la guerra como soldado en Rusia, fue testigo de la miseria y el abandono de la gran cantidad de niños y niñas que quedaron sin familia ni patria después de la II Guerra Mundial. De su inquebrantable convencimiento de que ninguna ayuda puede llegar a ser efectiva si un niño o niña crece sin hogar, surgió la idea de crear Aldeas Infantiles SOS, materializándose ésta en 1949.
Fue director de la primera Aldea Infantil SOS en Imst, organizó la fundación de otras Aldeas Infantiles SOS en Austria y ayudó a construir más aldeas infantiles SOS en muchos países alrededor del mundo.
50 años en Bolivia
Basado en la defensa y restitución de los derechos de niños y niñas, el concepto del modelo familiar de protección integral, creado por el fundador Hermann Gmeiner, se implementa en Bolivia hace 50 años con la primera aldea Infantil SOS creada en la ciudad de Cochabamba; la misma que derivó de una de las obras filantrópicas más antiguas del país: la “Gota de Leche”.
Las religiosas que administraban la “Gota de Leche” establecieron contacto con Hermann Gmeiner para solicitar la conversión de ésta en la primera aldea infantil SOS del país, años más tarde la obra se había extendido una a una en más ciudades del país.
“Actualmente, Aldeas Infantiles SOS Bolivia es una Asociación Nacional oficialmente reconocida mediante la suscripción de un convenio marco entre SOS Kinderdorf International y el Estado boliviano, también existen convenios con las gobernaciones y municipios en los que trabaja. Se cuenta con el reconocimiento legítimo de la sociedad boliviana que participa y aporta para el desarrollo de los programas SOS en ocho ciudades del país”, concluye Sánchez.
Llena de lágrimas y sin saber a dónde ir ni cómo mantener a sus cuatro hijos, Elena -la mamá de Laura- acudió a albergues y posteriormente llegó a Aldeas Infantiles SOS pensando en dejar a sus niños para que vivan ahí.
Sin embargo, los psicólogos y trabajadores sociales de la organización le dieron una mejor alternativa: fortalecer y recuperar a su familia, mediante el servicio de Contención y desarrollo familiar, haciéndole comprender que el mejor lugar para que crezcan los niños es en su seno familiar.
La historia de Elena y sus hijos nos acerca a la misión de esta organización que este año está cumpliendo 50 años de vida organizacional en Bolivia.
Las situaciones de pobreza, hacinamiento, violencia, enfermedades, migración, entre otras, son condiciones que atraviesan las familias y que generan el riesgo de pérdida del cuidado parental.
Según explica Mónica Sánchez Fernández, Responsable Padrinazgo y Comunicación, a través de los servicios de prevención, Aldeas Infantiles SOS Bolivia atiende a niños y niñas que atraviesan esta situación para evitar que queden sin la protección de sus familias. Algunos de estos servicios son:
Centros infantiles comunitarios
En determinadas circunstancias padres y madres se encuentran enfocados en la subsistencia de sus familias, lo que les obliga a salir de sus casas en búsqueda de oportunidades. En muchos de estos casos no encuentran soluciones para el cuidado de sus niños y niñas, sin seguimiento adecuado de su alimentación, educación, salud y desarrollo.
Siguiendo el enfoque integral de trabajo, en el Centro de Cuidado Diurno Hermann Gmeiner se apoya a 80 familias, de éstas los padres y madres se desarrollan en ámbitos personales, familiares, laborales y generaron liderazgo.
Asimismo, se promueve que la comunidad (los barrios donde viven estas familias) cuente con planes de atención a sus niños y niñas a través de la formación de líderes comunitarios.
El objetivo de este centro infantil comunitario es trascender el concepto de una guardería tradicional, siendo un espacio de estimulación temprana para niñas y niños desde los 6 meses hasta los 5 años.
La contención y desarrollo familiar
En otras situaciones existen familias que no pueden cubrir sus necesidades de subsistencia: ya que no acceden a servicios básicos, tienen el riesgo de perder sus viviendas, no cuentan con una alimentación adecuada o no reciben atención médica para el tratamiento de enfermedades crónicas o terminales.
La gravedad de las situaciones descritas motivó que, en 2014, Aldeas Infantiles SOS Bolivia diseñe e implemente el servicio de contención familiar para evitar la pérdida del cuidado parental. Esta nueva opción consistió en restituir de manera inmediata los derechos básicos de niños y niñas, quienes mejoraron sus estados nutricionales y de salud, y volvieron a asistir a centros de educación formal en función a sus necesidades inmediatas.
Una vez solucionada esta etapa, el trabajo se centra en promover y apoyar el desarrollo de planes familiares elaborados de manera particular para cada familia, de manera que mejoren sus condiciones por sí mismas en el mediano y largo plazo con el soporte de sus comunidades.
Muchos en el abandono
A pesar de los esfuerzos de instancias comunitarias, estatales y privadas, existen en Bolivia aproximadamente 30.000 niños y niñas que perdieron el cuidado parental, vulnerándose su derecho a vivir y crecer en una familia.
Frente a este contexto, directivos de Aldeas Infantiles SOS consideran que la atención de tipo institucional puede generar importantes sesgos en el desarrollo de niños y niñas, por lo que trabajan restituyendo el derecho a vivir en una familia a partir de diferentes opciones de tipo familiar.
La familia extendida como nueva alternativa
“Cuando niños y niñas pierden el cuidado parental de manera repentina por el fallecimiento de sus padres o por otras causas, los niños se encuentran desprotegidos, en condiciones que les afectan emocional y físicamente”, explica Mónica Sánchez.
En varias ocasiones la comunidad conoce los casos e intenta brindar soporte a los niños y niñas en el corto plazo, pero, al no contar con propuestas sostenibles, es posible que los niños y niñas ingresen a centros de acogida de tipo institucional.
Es por esta razón, que este servicio está orientado a niños que perdieron el cuidado de sus padres biológicos, pero que aún cuentan con algún familiar (hermanos mayores, abuelos, tíos u otros parientes) que asume el rol de protección y cuidado de los niños, a partir de un proceso de desarrollo integral.
Las familias SOS, una atención pertinente de carácter familiar
Desde hace 50 años, el enfoque familiar para la atención de niños y niñas en situación de orfandad o abandono rebatió los métodos tradicionales existentes para esta población, restituyendo el derecho fundamental de vivir en una familia, puesto que el acogimiento de niños y niñas es una opción que se utiliza cuando se agotaron otras posibilidades, cuya idoneidad es determinada por las instancias judiciales pertinentes.
Según explica Sánchez “Aldeas Infantiles SOS Bolivia plantea como posibilidad las familias SOS, cuya particularidad se basa en que la convivencia se da en una dinámica familiar, donde cada niño y niña participante forma parte de una familia dirigida por una Madre SOS certificada”.
Cuando es posible identificar que un niño o niña integrante de una Familia SOS aún tiene miembros de su familia de origen, se trabaja en el fortalecimiento de la misma, para llevar adelante procesos de reintegración familiar.
La sostenibilidad de las familias
Para consolidar el objetivo se desarrollan capacidades en los cuidadores y cuidadoras de los niños y niñas, así como en familias, comunidades y otros garantes del cumplimiento de los derechos, además de proveedores de servicios. Se busca ampliar sus conocimientos y desarrollar aptitudes, destrezas, estructuras y sistemas necesarios, con la meta de cuidar y proteger a los niños y niñas a su cargo.
En particular se desarrollan las capacidades de protección orientadas a que los cuidadores puedan proteger activa y directamente a sus niños y niñas; ellos deben ser capaces de resolver conflictos personales y así liderar el desarrollo de sus familias.
También se impulsan laborales destinadas a que los cuidadores generen los recursos necesarios para sostener a sus familias y se motivan aptitudes sociales para que los cuidadores incidan en sus comunidades promoviendo la protección de más niños y niñas.
Por otro lado, según Sánchez, Aldeas Infantiles SOS efectúa acciones de incidencia política para asegurar estándares de calidad en la atención a todos los niños y niñas, buscando junto a líderes de la comunidad, otras organizaciones y el mismo Estado, incidir en la mejora de los sistemas de protección social, promoviendo cambios en las políticas públicas a favor de la niñez en riesgo y apoyando los planes de desarrollo del Estado.
Hoy, la familia de Elena, es una de las más de 400 familias participantes de Aldeas Infantiles SOS en Tarija y Laurita es una de las 15.139 niñas y niños participantes en Bolivia.
***SUBNOTA***
Los orígenes de aldeas infantiles SOS
La primera Aldea Infantil SOS fue fundada por Hermann Gmeiner en 1949, en Imst, Austria. Hermann Gmeiner nació el 23 de junio de 1919 en Vorarlberg, Austria. Proveniente de una numerosa familia campesina, perdió a su madre siendo todavía muy pequeño.
Tras haberse visto enfrentado con los horrores de la guerra como soldado en Rusia, fue testigo de la miseria y el abandono de la gran cantidad de niños y niñas que quedaron sin familia ni patria después de la II Guerra Mundial. De su inquebrantable convencimiento de que ninguna ayuda puede llegar a ser efectiva si un niño o niña crece sin hogar, surgió la idea de crear Aldeas Infantiles SOS, materializándose ésta en 1949.
Fue director de la primera Aldea Infantil SOS en Imst, organizó la fundación de otras Aldeas Infantiles SOS en Austria y ayudó a construir más aldeas infantiles SOS en muchos países alrededor del mundo.
50 años en Bolivia
Basado en la defensa y restitución de los derechos de niños y niñas, el concepto del modelo familiar de protección integral, creado por el fundador Hermann Gmeiner, se implementa en Bolivia hace 50 años con la primera aldea Infantil SOS creada en la ciudad de Cochabamba; la misma que derivó de una de las obras filantrópicas más antiguas del país: la “Gota de Leche”.
Las religiosas que administraban la “Gota de Leche” establecieron contacto con Hermann Gmeiner para solicitar la conversión de ésta en la primera aldea infantil SOS del país, años más tarde la obra se había extendido una a una en más ciudades del país.
“Actualmente, Aldeas Infantiles SOS Bolivia es una Asociación Nacional oficialmente reconocida mediante la suscripción de un convenio marco entre SOS Kinderdorf International y el Estado boliviano, también existen convenios con las gobernaciones y municipios en los que trabaja. Se cuenta con el reconocimiento legítimo de la sociedad boliviana que participa y aporta para el desarrollo de los programas SOS en ocho ciudades del país”, concluye Sánchez.