Afeitarse sin dañar la piel
Es necesario que prestemos atención, ya que el afeitado es todo un arte, y mantener una piel cuidada es una de las mejores maneras de conservarla saludable y joven por más tiempo. Al irritarse padece pequeñas rojeces y descamaciones que además de ser antiestéticas empeorarán la calidad de...
Es necesario que prestemos atención, ya que el afeitado es todo un arte, y mantener una piel cuidada es una de las mejores maneras de conservarla saludable y joven por más tiempo. Al irritarse padece pequeñas rojeces y descamaciones que además de ser antiestéticas empeorarán la calidad de la piel ya que significan pieles muertas y una peor oxigenación de la piel.
A tomar en cuenta
El afeitado debemos llevarlo a cabo con una serie de condiciones de temperatura. Es necesario que los poros de la piel se abran para que la cuchilla pueda acabar de manera sencilla con el pelo. Por ello es aconsejable que nos afeitemos después o durante la ducha, aprovechando el agua caliente y los vapores que harán que el poro se dilate. También es necesario que utilicemos durante el afeitado agua caliente para empapar la cuchilla y nuestra piel en todo momento.
Es necesario que tanto la piel como la cuchilla estén empapadas en agua, ya que entre ellas el agua creará una película protectora que además de evitar cortes y rozaduras conseguirá que el deslizamiento sea mucho mejor, y con él el acabado y la eliminación del vello. A esto contribuye también la espuma de afeitar. Es muy recomendable utilizar gel de afeitar que mejora el deslizamiento y aumenta la protección. Además, podemos encontrar en el mercado una amplia variedad que nos ayudará a mejorar los resultados enormemente.
La espuma debemos dejarla actuar durante unos minutos, ya que su efecto no es instantáneo, pues la piel debe absorberla y crear la película protectora que ésta va a formar. Pero no solo debemos tener este cuidado con la piel, sino que antes de afeitarnos es muy recomendable limpiar la piel con un gel limpiador que nos ayudará a mantenerla libre de bacterias que pueden infectar cualquier posible corte de un poro.