Deficiente Internet perjudica el crecimiento y la productividad
Según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Latinoamérica continúa rezagada en términos de cobertura, acceso, asequibilidad y calidad del Internet. Y dentro del continente, Bolivia sigue siendo uno de los países con más problemas. El promedio de población...
Según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Latinoamérica continúa rezagada en términos de cobertura, acceso, asequibilidad y calidad del Internet. Y dentro del continente, Bolivia sigue siendo uno de los países con más problemas.
El promedio de población cubierta por redes de cuarta generación de banda ancha móvil en 2016 en Latinoamérica no llegaba al 30%, mientras que en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, compuesta por 35 países desarrollados entre los que destacan EEUU, la Unión Europea), la cobertura móvil se acerca al 80%.
Chile y Uruguay son los países que mayor cobertura móvil tienen en la región, acercándose al 65%. Mientras que Bolivia está por debajo del promedio latinoamericano, con cerca del 25% de cobertura.
En cuanto a los hogares con acceso a Internet (banda ancha fija), el promedio de América Latina y el Caribe es de 44%, prácticamente la mitad del promedio de la OCDE (81%). En este indicador, Bolivia también está debajo del promedio regional, rondando el 30%.
Asequibilidad ¿quién puede costearse Internet?
Según el índice de asequibilidad de la banda ancha del BID, el 40% de los ciudadanos más pobres de Latinoamérica tienen que emplear 10% de su ingreso mensual tanto para banda ancha fija como para móvil, mientras que en los países de la OCDE esa población solo gasta el 2% (banda ancha móvil) y 3% (banda ancha fija) respectivamente.
Sin embargo, existe gran disparidad entre los países latinoamericanos en este índice de asequibilidad. Por ejemplo, en Nicaragua y Honduras, el 40% más pobre de la población debe gastar casi el 55% de su ingreso mensual para acceder a banda ancha fija básica.
En Bolivia, este segmento de la población debe gastar más del 35% de su ingreso mensual para acceder a banda ancha fija, ubicándose en tercer lugar entre los servicios de Internet menos asequibles en la región.
La situación varía un poco cuando se trata de banda ancha móvil. Honduras y Nicaragua siguen siendo los menos asequibles, pues el 40% más pobre de su población debe gastar casi el 40% y el 25% de sus salarios mensuales respectivamente.
Pero Guatemala (20%), Brasil (16%), Ecuador (13%) y El Salvador (13%) tienen servicios móviles menos asequibles que Bolivia (12%, aproximadamente), que sigue estando por encima del promedio regional.
Velocidad, por el suelo
Según datos de Akamai —un proveedor de servicios de contenidos digitales en la nube—, la velocidad media de las conexiones fijas en los países de Latinoamérica en 2016 fue de 4,64 megabytes por segundo (Mbps), frente a 13,14Mbps en los países de la OCDE.
Una brecha similar se observa en las conexiones móviles: en los países latinoamericanos, la media se sitúa en 3,87 Mbps, y en 10,84 Mbps en los países de la OCDE.
Para el caso de Bolivia, el BID advierte que “la velocidad de acceso al servicio de banda ancha, tanto en el mercado fijo como en el móvil, es inferior a la de la región andina, lo que impacta en la calidad de la prestación de este servicio y de sus posibles usos y aplicaciones”.
Oportunidades perdidas
Ya en 2012, un estudio previo del BID mostraba que un aumento del 10% en la penetración de servicios de banda ancha estaba asociado a un incremento promedio de 3,2% del producto interno bruto (PIB) y un aumento de la productividad de 2,6%.
Asimismo, informes de la OCDE y de la Comisión Europea, daban cuenta que las tecnologías de información y comunicación (TIC) proporcionan más del 40% de los aumentos anuales de productividad en la Unión Europea (y han alcanzado el 75% en Estados Unidos) y explican casi un 25% del crecimiento anual del PIB de los cinco países principales de la Unión Europea: Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido.
Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la penetración de banda ancha fija es de tan solo el 10% en América Latina, frente a un 28% en los países de la OCDE. En cuanto a la banda ancha móvil, la penetración alcanza al 30% de la población, muy lejos también del promedio de la OCDE, de 72%.
En ese sentido, toda la región latinoamericana se está perdiendo de lo que hoy por hoy constituyen algunos “elementos esenciales para el desarrollo de los países y la calidad de vida de las personas”.
De acuerdo datos de la Asociación Hispanoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET) en 2014, es necesaria una inversión de 44.378 millones de dólares en toda la región para cerrar la brecha digital entre los países de Latinoamérica y los de la OCDE.
Recomendaciones
Para el caso particular de Bolivia, el estudio del BID recomienda ejecutar el Plan de Banda Ancha (ya diseñado y aprobado), para incrementar el número de usuarios de Internet, reducir los costos de la prestación del servicio y mejorar la conectividad.
Asimismo, es absolutamente vital fortalecer la conectividad internacional y los puntos de intercambio de tráfico: “Perseguir, formalizar y ejecutar acuerdos bilaterales con países fronterizos con acceso a cables submarinos (por ejemplo, Perú), así como acuerdos entre operadores de telecomunicaciones para participar en puntos de intercambio de tráfico”, para mejorar la calidad y velocidad del servicio.
Finalmente, el BID también recomienda elaborar “una política de espectro radioeléctrico que haga posible la asignación de mayor cantidad de este recurso a los operadores de comunicaciones móviles, lo que permitirá ampliar la cobertura y mejorar la calidad del servicio”.
El promedio de población cubierta por redes de cuarta generación de banda ancha móvil en 2016 en Latinoamérica no llegaba al 30%, mientras que en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, compuesta por 35 países desarrollados entre los que destacan EEUU, la Unión Europea), la cobertura móvil se acerca al 80%.
Chile y Uruguay son los países que mayor cobertura móvil tienen en la región, acercándose al 65%. Mientras que Bolivia está por debajo del promedio latinoamericano, con cerca del 25% de cobertura.
En cuanto a los hogares con acceso a Internet (banda ancha fija), el promedio de América Latina y el Caribe es de 44%, prácticamente la mitad del promedio de la OCDE (81%). En este indicador, Bolivia también está debajo del promedio regional, rondando el 30%.
Asequibilidad ¿quién puede costearse Internet?
Según el índice de asequibilidad de la banda ancha del BID, el 40% de los ciudadanos más pobres de Latinoamérica tienen que emplear 10% de su ingreso mensual tanto para banda ancha fija como para móvil, mientras que en los países de la OCDE esa población solo gasta el 2% (banda ancha móvil) y 3% (banda ancha fija) respectivamente.
Sin embargo, existe gran disparidad entre los países latinoamericanos en este índice de asequibilidad. Por ejemplo, en Nicaragua y Honduras, el 40% más pobre de la población debe gastar casi el 55% de su ingreso mensual para acceder a banda ancha fija básica.
En Bolivia, este segmento de la población debe gastar más del 35% de su ingreso mensual para acceder a banda ancha fija, ubicándose en tercer lugar entre los servicios de Internet menos asequibles en la región.
La situación varía un poco cuando se trata de banda ancha móvil. Honduras y Nicaragua siguen siendo los menos asequibles, pues el 40% más pobre de su población debe gastar casi el 40% y el 25% de sus salarios mensuales respectivamente.
Pero Guatemala (20%), Brasil (16%), Ecuador (13%) y El Salvador (13%) tienen servicios móviles menos asequibles que Bolivia (12%, aproximadamente), que sigue estando por encima del promedio regional.
Velocidad, por el suelo
Según datos de Akamai —un proveedor de servicios de contenidos digitales en la nube—, la velocidad media de las conexiones fijas en los países de Latinoamérica en 2016 fue de 4,64 megabytes por segundo (Mbps), frente a 13,14Mbps en los países de la OCDE.
Una brecha similar se observa en las conexiones móviles: en los países latinoamericanos, la media se sitúa en 3,87 Mbps, y en 10,84 Mbps en los países de la OCDE.
Para el caso de Bolivia, el BID advierte que “la velocidad de acceso al servicio de banda ancha, tanto en el mercado fijo como en el móvil, es inferior a la de la región andina, lo que impacta en la calidad de la prestación de este servicio y de sus posibles usos y aplicaciones”.
Oportunidades perdidas
Ya en 2012, un estudio previo del BID mostraba que un aumento del 10% en la penetración de servicios de banda ancha estaba asociado a un incremento promedio de 3,2% del producto interno bruto (PIB) y un aumento de la productividad de 2,6%.
Asimismo, informes de la OCDE y de la Comisión Europea, daban cuenta que las tecnologías de información y comunicación (TIC) proporcionan más del 40% de los aumentos anuales de productividad en la Unión Europea (y han alcanzado el 75% en Estados Unidos) y explican casi un 25% del crecimiento anual del PIB de los cinco países principales de la Unión Europea: Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido.
Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la penetración de banda ancha fija es de tan solo el 10% en América Latina, frente a un 28% en los países de la OCDE. En cuanto a la banda ancha móvil, la penetración alcanza al 30% de la población, muy lejos también del promedio de la OCDE, de 72%.
En ese sentido, toda la región latinoamericana se está perdiendo de lo que hoy por hoy constituyen algunos “elementos esenciales para el desarrollo de los países y la calidad de vida de las personas”.
De acuerdo datos de la Asociación Hispanoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET) en 2014, es necesaria una inversión de 44.378 millones de dólares en toda la región para cerrar la brecha digital entre los países de Latinoamérica y los de la OCDE.
Recomendaciones
Para el caso particular de Bolivia, el estudio del BID recomienda ejecutar el Plan de Banda Ancha (ya diseñado y aprobado), para incrementar el número de usuarios de Internet, reducir los costos de la prestación del servicio y mejorar la conectividad.
Asimismo, es absolutamente vital fortalecer la conectividad internacional y los puntos de intercambio de tráfico: “Perseguir, formalizar y ejecutar acuerdos bilaterales con países fronterizos con acceso a cables submarinos (por ejemplo, Perú), así como acuerdos entre operadores de telecomunicaciones para participar en puntos de intercambio de tráfico”, para mejorar la calidad y velocidad del servicio.
Finalmente, el BID también recomienda elaborar “una política de espectro radioeléctrico que haga posible la asignación de mayor cantidad de este recurso a los operadores de comunicaciones móviles, lo que permitirá ampliar la cobertura y mejorar la calidad del servicio”.