Coleccionar juguetes, una obsesión sin precio
Roberto Altamirano es coleccionista de juguetes desde hace 18 años. Tiene un auto fórmula 1, autografiado por el corredor Emerson Fittipaldi, un ex piloto y dueño de un equipo automovilístico brasileño. Su época en la que pisaba el acelerador en las pistas fue en la década de...
Roberto Altamirano es coleccionista de juguetes desde hace 18 años. Tiene un auto fórmula 1, autografiado por el corredor Emerson Fittipaldi, un ex piloto y dueño de un equipo automovilístico brasileño. Su época en la que pisaba el acelerador en las pistas fue en la década de 1970.
Altamirano alcanzó una colección de hasta 1.000 automóviles, pero por situaciones adversas tuvo que vender parte de ellos y se quedó con 400. Todos son metálicos y tienen llantas de goma. Los obtiene a pedido. Uno de los más queridos por él es un auto lemans, un prototipo que corrió en 1982, pues se lo hizo traer con un amigo de Europa.
“Yo empecé en La Paz, tenía un amigo de nombre Marcelo que tenía una tiendita. Un día fui a ver sus modelos Volkswagen. Ahí se sabían reunir los coleccionistas, él traía juguetes de Panamá-comenta Roberto-. Juntarnos entre los que nos dedicamos a este hobby era nuestro viernes de soltero. Nos reuníamos desde las cuatro de la tarde hasta las ocho y media de la noche. Nuestro lema era que los autos los tendremos siempre, pero una botella de trago se la vota al día siguiente”.
Lo mínimo que cuesta un auto de los que él colecciona es 50 bolivianos, pero luego los precios aumentan. Recuerda que un día un amigo le mostró un batimovil, que costó año y medio para que se lo traigan, además que le costó mil dólares.
Gabriel Saravia es otro coleccionista, pero de robots Power Ranger. El más antiguo que tiene es de hace 22 años, desde que era niño. Sin embargo, hace unos siete años que se dedicó a esta actividad de manera oficial. Recuerda que desde su infancia fue cuidadoso con sus cosas, ahora que tiene dinero se propuso adquirir todos los modelos que siempre quiso. Es así que a la fecha tiene alrededor de 200 robots.
“Algunos los hago traer desde Estados Unidos y de Japón, pero otros también los encuentro en la feria americana. Cada uno cuesta unos 400 bolivianos”, asegura.
Añade que su afán de coleccionar nunca termina, pues cada año salen modelos diferentes. Mi padre tenía una colección de comic, así que él me enseñó a ser cuidadoso con las cosas-relata Gabriel-. Detalla que el robot de su infancia es el más querido, pues todo lo que se rompió lo ha vuelto a reconstruir con piezas nuevas. “Viajaba con él, lo llevaba a todas partes”, dice.
David Choque empezó a coleccionar los caballeros del zodiaco desde el año 1996 cuando inició la serie. Comenzó con adquirir los Vintage, que fueron los primeros que aparecieron. Empero, como la serie tuvo mucho éxito comenzó a sacar la colección minclot, que es de una escala más grande. A la par de eso los modelos mejoraron más y salió la versión de los minclost etz, que son más altos y detallados.
Estos juguetes son difíciles de conseguir en Tarija. Antes de que haya el problema del cierre de la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol), lo que Gabriel hacía era hacérselos enviar mediante pedido directo. En la actualidad lo hace a través de intermediarios.
Los precios varían de acuerdo al personaje. La primera colección está entre 200 a 400 bolivianos cada uno, los que salieron después cuestan hasta 800, pero por los etz se llega a pagar hasta 3.000 mil bolivianos cada uno. En la actualidad tiene 60 muñecos de esa serie, pero juntado todos llega a unos 300.
“Tengo un muñeco que después de mucho tiempo lo quise sacar de su caja y le rompí una pierna. Como era de la primera colección estaba viejito el plástico. Es difícil encontrar de la línea vintage porque son antiguos- comenta Choque-. Ahora mejor completé la zaga del dios Poseidón, que está junto a los siete generales marinos”, explica.
Otro de los coleccionistas es Carlos Arce cuenta que desde su niñez empezó con los comic, después optó por las figuras. Sin embargo, desde hace diez años tomó esta actividad con más seriedad.
Los muñecos que tiene, como Superman, Hulk, Thor, entre otros superhéroes, no los puede conseguir en Tarija, pues tiene que hacer pedidos a otros departamentos y en casos extremos los hace traer del exterior.
“Es casi imposible coleccionar este modelo, son cabezas esculpidas y más detalladas. Estos no son tanto para jugar. Hasta el momento debo tener unos 25 a 24 modelos de personajes y tengo dos máquinas. Éstos cuestan desde 1.800 bolivianos para arriba, mucho depende si está de moda y si es de la última película, también si es muy clásico cuesta más caro-relata Carlos. El más antiguo es un fuerte de play móvil de los vaqueros del año 1992”, explica.
En el caso de Eduardo Cervantes su colección es de luchadores de hace 20 años. A la fecha tiene 150 muñecos de las diferentes versiones, como los engomados de los años 70 y los articulados que son de la época actual.
Su primer muñeco es de hace 20 años, se trata de Hulk Hogan, un luchador profesional retirado y actor estadounidense, que hasta julio de 2015 trabajó para la World Wrestling Entertainment (WWE). Este personaje disfrutó de una gran popularidad en los años 80 y 90.
Entre los logros de Hogan se destacan 12 reinados como campeón mundial al haber sido seis veces de la WWF y otro tanto de la WCW, entre otros reinados como luchador.
Eduardo hizo traer un ring para sus luchadores desde Iquique Chile. Comprar un muñeco como los que tiene cuesta entre 40 a 50 dólares. Cada uno tiene su historia y es un gusto que se da al adquirirlo. Todavía le falta conseguir algunos que salieron recientemente.
En una ocasión hizo encargo de un muñeco, el cual tenía que llegar en enero, pero recién lo recibió en noviembre. Por el tiempo de demora Eduardo había dado por perdido el dinero, por lo que optó por hacer un nuevo encargo y de sorpresa le llegó lo que había pedido. Sabe que al igual que él hay mucha gente que se dedica a coleccionar, por lo que a veces es una pelea por conseguir algún personaje.
Para ellos, coleccionar juguetes es un hobby que no tiene precio, al menos así lo muestran y exhiben orgullosos lo que tienen. Si no hay lo que desean en el país lo hacen traer hasta de otros continentes.
Tres apasionados coleccionistas
David Choque
La primera colección de Caballeros del Zodiaco están entre 200 a 400 bolivianos cada uno, los que salieron después cuestan hasta 800, pero por los etz se llega a pagar hasta 3.000 mil bolivianos cada uno. En la actualidad tiene 60 muñecos de esa serie, pero juntado con otros llega a unos 300.
Gabriel Saravia
El robot más antiguo que tiene es de hace unos 22 años, cuando era niño. Hace unos siete años se dedicó a coleccionar de manera oficial. Recuerda que desde su infancia fue cuidadoso con sus cosas. Ahora que tiene dinero se propuso adquirir todos los que siempre quiso. Es así que a la fecha tienen alrededor de 200.
Eduardo Cervantes
Su primer muñeco es de hace 20 años, se trata de Hulk Hogan, un luchador profesional retirado y actor estadounidense, que hasta julio de 2015 trabajó para la World Wrestling Entertainment (WWE). Este personaje disfrutó de una popularidad en los años 80 y 90. Se hizo traer un ring para sus luchadores desde Iquique Chile.
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Altamirano alcanzó una colección de hasta 1.000 automóviles, pero por situaciones adversas tuvo que vender parte de ellos y se quedó con 400. Todos son metálicos y tienen llantas de goma. Los obtiene a pedido. Uno de los más queridos por él es un auto lemans, un prototipo que corrió en 1982, pues se lo hizo traer con un amigo de Europa.
“Yo empecé en La Paz, tenía un amigo de nombre Marcelo que tenía una tiendita. Un día fui a ver sus modelos Volkswagen. Ahí se sabían reunir los coleccionistas, él traía juguetes de Panamá-comenta Roberto-. Juntarnos entre los que nos dedicamos a este hobby era nuestro viernes de soltero. Nos reuníamos desde las cuatro de la tarde hasta las ocho y media de la noche. Nuestro lema era que los autos los tendremos siempre, pero una botella de trago se la vota al día siguiente”.
Lo mínimo que cuesta un auto de los que él colecciona es 50 bolivianos, pero luego los precios aumentan. Recuerda que un día un amigo le mostró un batimovil, que costó año y medio para que se lo traigan, además que le costó mil dólares.
Gabriel Saravia es otro coleccionista, pero de robots Power Ranger. El más antiguo que tiene es de hace 22 años, desde que era niño. Sin embargo, hace unos siete años que se dedicó a esta actividad de manera oficial. Recuerda que desde su infancia fue cuidadoso con sus cosas, ahora que tiene dinero se propuso adquirir todos los modelos que siempre quiso. Es así que a la fecha tiene alrededor de 200 robots.
“Algunos los hago traer desde Estados Unidos y de Japón, pero otros también los encuentro en la feria americana. Cada uno cuesta unos 400 bolivianos”, asegura.
Añade que su afán de coleccionar nunca termina, pues cada año salen modelos diferentes. Mi padre tenía una colección de comic, así que él me enseñó a ser cuidadoso con las cosas-relata Gabriel-. Detalla que el robot de su infancia es el más querido, pues todo lo que se rompió lo ha vuelto a reconstruir con piezas nuevas. “Viajaba con él, lo llevaba a todas partes”, dice.
David Choque empezó a coleccionar los caballeros del zodiaco desde el año 1996 cuando inició la serie. Comenzó con adquirir los Vintage, que fueron los primeros que aparecieron. Empero, como la serie tuvo mucho éxito comenzó a sacar la colección minclot, que es de una escala más grande. A la par de eso los modelos mejoraron más y salió la versión de los minclost etz, que son más altos y detallados.
Estos juguetes son difíciles de conseguir en Tarija. Antes de que haya el problema del cierre de la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol), lo que Gabriel hacía era hacérselos enviar mediante pedido directo. En la actualidad lo hace a través de intermediarios.
Los precios varían de acuerdo al personaje. La primera colección está entre 200 a 400 bolivianos cada uno, los que salieron después cuestan hasta 800, pero por los etz se llega a pagar hasta 3.000 mil bolivianos cada uno. En la actualidad tiene 60 muñecos de esa serie, pero juntado todos llega a unos 300.
“Tengo un muñeco que después de mucho tiempo lo quise sacar de su caja y le rompí una pierna. Como era de la primera colección estaba viejito el plástico. Es difícil encontrar de la línea vintage porque son antiguos- comenta Choque-. Ahora mejor completé la zaga del dios Poseidón, que está junto a los siete generales marinos”, explica.
Otro de los coleccionistas es Carlos Arce cuenta que desde su niñez empezó con los comic, después optó por las figuras. Sin embargo, desde hace diez años tomó esta actividad con más seriedad.
Los muñecos que tiene, como Superman, Hulk, Thor, entre otros superhéroes, no los puede conseguir en Tarija, pues tiene que hacer pedidos a otros departamentos y en casos extremos los hace traer del exterior.
“Es casi imposible coleccionar este modelo, son cabezas esculpidas y más detalladas. Estos no son tanto para jugar. Hasta el momento debo tener unos 25 a 24 modelos de personajes y tengo dos máquinas. Éstos cuestan desde 1.800 bolivianos para arriba, mucho depende si está de moda y si es de la última película, también si es muy clásico cuesta más caro-relata Carlos. El más antiguo es un fuerte de play móvil de los vaqueros del año 1992”, explica.
En el caso de Eduardo Cervantes su colección es de luchadores de hace 20 años. A la fecha tiene 150 muñecos de las diferentes versiones, como los engomados de los años 70 y los articulados que son de la época actual.
Su primer muñeco es de hace 20 años, se trata de Hulk Hogan, un luchador profesional retirado y actor estadounidense, que hasta julio de 2015 trabajó para la World Wrestling Entertainment (WWE). Este personaje disfrutó de una gran popularidad en los años 80 y 90.
Entre los logros de Hogan se destacan 12 reinados como campeón mundial al haber sido seis veces de la WWF y otro tanto de la WCW, entre otros reinados como luchador.
Eduardo hizo traer un ring para sus luchadores desde Iquique Chile. Comprar un muñeco como los que tiene cuesta entre 40 a 50 dólares. Cada uno tiene su historia y es un gusto que se da al adquirirlo. Todavía le falta conseguir algunos que salieron recientemente.
En una ocasión hizo encargo de un muñeco, el cual tenía que llegar en enero, pero recién lo recibió en noviembre. Por el tiempo de demora Eduardo había dado por perdido el dinero, por lo que optó por hacer un nuevo encargo y de sorpresa le llegó lo que había pedido. Sabe que al igual que él hay mucha gente que se dedica a coleccionar, por lo que a veces es una pelea por conseguir algún personaje.
Para ellos, coleccionar juguetes es un hobby que no tiene precio, al menos así lo muestran y exhiben orgullosos lo que tienen. Si no hay lo que desean en el país lo hacen traer hasta de otros continentes.
Tres apasionados coleccionistas
David Choque
La primera colección de Caballeros del Zodiaco están entre 200 a 400 bolivianos cada uno, los que salieron después cuestan hasta 800, pero por los etz se llega a pagar hasta 3.000 mil bolivianos cada uno. En la actualidad tiene 60 muñecos de esa serie, pero juntado con otros llega a unos 300.
Gabriel Saravia
El robot más antiguo que tiene es de hace unos 22 años, cuando era niño. Hace unos siete años se dedicó a coleccionar de manera oficial. Recuerda que desde su infancia fue cuidadoso con sus cosas. Ahora que tiene dinero se propuso adquirir todos los que siempre quiso. Es así que a la fecha tienen alrededor de 200.
Eduardo Cervantes
Su primer muñeco es de hace 20 años, se trata de Hulk Hogan, un luchador profesional retirado y actor estadounidense, que hasta julio de 2015 trabajó para la World Wrestling Entertainment (WWE). Este personaje disfrutó de una popularidad en los años 80 y 90. Se hizo traer un ring para sus luchadores desde Iquique Chile.
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